¿Por qué una vela puede cambiar tu estado de ánimo? Ciencia detrás del aroma y la llama
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Las velas aromáticas no solo son decorativas: activan zonas del cerebro relacionadas con el placer, la memoria y la emoción. Cuando se enciende una vela, el calor dispersa compuestos aromáticos que estimulan el sistema límbico, donde se regulan emociones como la ansiedad o la felicidad. Aromas como lavanda y sándalo han demostrado efectos ansiolíticos, mientras que cítricos como la bergamota aumentan la energía.
Puntos clave:
El olfato está directamente conectado al sistema límbico.
Estudios en neurociencia muestran cómo los aromas activan neurotransmisores como la serotonina.
La luz cálida también contribuye al efecto calmante al imitar la luz natural del atardecer.